La caida del cabello nos lleva de cabeza, a hombres y mujeres por igual.
A través de la historia el hombre y la mujer han usado y se han aplicado pelucas, peluquines, extensiones, unguentos, etc, pero sin encontrar un remedio eficaz.
¿Podríamos copiar a la naturaleza de nuevo? ¿Por qué no pruebas con la “placenta vegetal”?